Si bien se había informado a través de medios provinciales la visita del arzobispo de Paraná a la cabecera de nuestro departamento, lo que no se sabía era el motivo prioritario de la misma y se especulaba con una visita a los fiscales para conversar acerca de la causa del padre Juan Diego. 

Pero el motivo principal de esa visita fue entregarles, en propia mano por pedido del propio Sumo Pontífice, una carta de Francisco a las hermanas del Convento de la Carmelitas.

Luego sí, el Obispo visitó por cortesía, la Fiscalía donde los fiscales Uriburu y Molina le hicieron un insólito pedido. 

Le solicitaron al prelado que aparte al abogado Milton Urrutia de la defensa del cura Escobar Gaviria y que el arzobobispado emita un comunicado en desacuerdo con la presencia de dicho profesional en el caso.

El Obispo Puiggari , sorprendido ante tan insólita solicitud, se negó rotundamente y les informó que quien elige su abogado defensor es el propio Juan Diego, que él debía ser respetuoso de su decisión y les aclaró que no tenía ningún tipo de problemas con Urrutia. Y les pidió a los fiscales que, a partir de ahora, se manejen directamente con los defensores. 

Tal parece que ha molestado en la Fisaclía de Nogoyá una presentación de queja que hizo el estudio del Dr. Urrutia ante el superior Tribunal de Justicia acerca de la extraña conducta de la fiscalía en este caso, que, según dice la defensa, roza el prejuzgamiento y hace una irresponsable publicidad de una causa muy delicada.  

Y no es menor el detalle de la carta del Papa al Convento de las Carmelitas, siendo que el Estado Vaticano presentó una queja formal ante la Cancillería Argentina por la "excesiva violencia" del allanamiento a ese convento ordenado presisamente por el Fiscal Federico Uriburu. Y recordamos también que esa causa surgió también, al igual que el caso Juan Diego, de una investigación de la revista Análisis.