Lo primero que quiero aclarar es que el alcohol no es necesario ni beneficioso para el organismo, más allá de los que muchos deseen y muchos otros intenten explicar sus propiedades saludables, no existen, salvo para beneficio propio o sea lo que lo venden.

Por lo tanto, a los que no beben les recomendaría que siguieran sin hacerlo; pero a los que lo hacen –entre quienes me incluyo- les voy a dar algunos datos y consejos para que los tengan en cuenta:

1. Cada gramo de alcohol aporta 7 calorías. Les recuerdo que la grasa tiene 9 y los hidratos 4 por cada gramo, así que fíjense que no es inocente ni siquiera en ese aspecto: el alcohol, como se dice generalmente, “engorda”.
2. Esas calorías, además, no tienen valor nutricional alguno, son las famosas calorías vacías que no aportan nada.
3. El alcohol detiene el gasto de grasa y glucosa como combustibles, porque para el organismo es un tóxico y no se puede almacenar. Entonces para eliminarlo, lo usa como combustible -de muy mala calidad- para deshacerse rápidamente de él, y de ahí viene ese famoso dicho popular: “fija las grasas”, cuando en realidad lo que hace es evitar que el cuerpo las utilice como combustible.
4. Vino tinto: muchos estudios hablan de sus bondades como una “gran fuente de resveratrol” (antioxidante muy bueno para nuestra salud). Sepan que un puñado de nueces o almendras, 2 manzanas, el té y muchas otras cosas aportan la misma o mayor cantidad de resveratrol, con lo cual se darán cuenta que el vino es totalmente prescindible.

Pero bueno, como igual muchos vamos a seguir bebiendo aun conociendo estos datos, veamos de qué manera hacerlo perjudicándonos lo menos posible cada vez que aparezca esa fiesta tentadora:

1. Cada uno de nosotros sabe cuál es la dosis de alcohol que bebe habitualmente y debería ser en términos prácticos: 1 copa o vaso en cada comida como máximo. Sobre esa base tenemos que imponernos un límite y no pasarnos de él: triplicar la dosis. Por ejemplo, si tomo una copa, ese día no debería pasarme de 3 copas, entonces sabiendo esto, puedo programarme y no pasarme a una dosis que mi cuerpo no va a poder manejar y esto nos asegurará no tener tantos efectos indeseables. 
2. Elegir bebidas puras, sin mezclarlas, saborearlas y disfrutarlas totalmente (sin distracción), de esa forma mis necesidades de ingesta bajan enormemente. Si agregamos cosas dulces como jugos, frutas u otras bebidas nos genera más ganas de seguir tomando y además suma calorías. Un párrafo aparte merecen las bebidas estimulantes agregadas. El alcohol es un inhibidor de todas las funciones del organismo por definición, por lo tanto cuando se le agrega una bebida estimulante comercial que aporta cafeína, guaraná, azúcar, etc., lo que hacen es eclipsar el efecto inhibidor, por lo que se toma más: y el problema es que ese efecto estimulante de la bebida en cuestión se acaba rápido y nos queda el inhibidor del alcohol solamente, que de acuerdo con la cantidad ingerida, nos puede llevar al coma. 
3. Tomar un vaso de la bebida pura que nos guste y alternarlo con dos vasos de agua para mantenernos hidratados, ya que recordemos que el alcohol deshidrata. Además, lo que hacemos de esta manera es diluir el efecto y saciar la sed con lo que corresponde, que es el agua. Un dato interesante en este punto, tal vez “de color”, es que cuanto más desarrollo muscular tengas, mejor metabolizarás el alcohol (ejercitarse también te favorecerá en este aspecto). 
4. El día de la fiesta o evento, que es el día que te invita a beber un poco más, te recomiendo comer un rato antes, para que el alcohol se absorba más lento. Y lo mejor será comer verduras frutas y proteínas (no grasas), por lo que dije antes respecto a la interrupción que se produce en el gasto de energía a partir de los hidratos de carbono y las grasas. Si comes muchas grasas se acumularán, a diferencia del hidrato que se gastará más fácilmente o la proteína que se utilizará como estructura celular y otras cosas. Y si vas a comer algo después de beber, que sea proteína, no hagas el atracón de dulces habitual. 
5. Hacer una actividad aeróbica tranquila (caminata, bicicleta, trote), antes del evento y el día después, es lo más recomendable, ya que la actividad de fuerza con un combustible tan malo no es lo ideal y lo vas a sentir.
6.  ¿Pero doctor, entonces ¿cuál sería la bebida alcohólica que pueda aconsejarme que aporte menos calorías? No importa eso, sino que lo relevante es lo que mencioné antes: elegí la que más te guste, que sea pura, disfrutala y en esas ocasiones especiales, no te excedas en más de tres veces la medida a la cual estás habituado. Date el gusto con lo que te guste sin pensar en qué es lo mejor, porque lo mejor siempre es no tomar.

Para más información, ingresar en www.doctormarcelosuarez.com o telefónicamente al (011)  5244-8029/31/32.

* Acerca del doctor Marcelo Suárez

El doctor Marcelo Suárez –MN73796- es especialista en Clínica Médica desde hace 30 años. Se recibió en la facultad de Medicina de La Plata, realizó su residencia de Clínica Médica en el Sanatorio Mitre de la Ciudad de Buenos Aires. Completó la especialidad en Medicina Tradicional China en la Asociación Argentina de Terapias Alternativas y además, es disertante de Obesidad, Sobregrasa y Conductas Saludables en distintos e importantes congresos a nivel nacional e internacional, en países como Brasil, Bélgica, Portugal, España, México, Perú y República Dominicana.

En su libro “No me enfermo más” –recientemente editado y en venta en librerías Yenny- explica con detalles y casos testigo cómo funciona su Método Saludable y qué pautas hay que seguir para estar sano y lograr el objetivo de vivir más y mejor.